Dominio y Hosting, el ABC de tu página web
Ya decía Bill Gates en los años 80 que si no estás en Internet no existes. Si bien el tiempo ha pasado y estamos en la era de las redes sociales, la carta de presentación de una empresa sigue siendo su sitio web.
Aunque parezca sorprendente, no todas las empresas lo ven como una necesidad, ya que pueden ofrecer información de sus productos o servicios también por otras vías. Sin embargo, no se trata solo de eso, es una plataforma de contacto que proyecta seguridad, estabilidad y credibilidad.
Con un buen manejo, puede ser una herramienta de interacción con clientes, una vitrina abierta las 24 horas, los 365 días del año que permite:
- Presentar un catálogo de productos y servicios
- Anunciar eventos y promociones especiales
- Captar consultas fuera de horario laboral, e incluso responderlas en tiempo real
- Convertirse en un centro de conocimiento a través de un blog
- Ser otro punto más de ventas
- Agendar citas sin tener que esperar a una persona física
- Suscribirse a cursos, talleres o actividades sin necesidad de interacción o contratación de personal extra
¿Por dónde empezar?
Existen una serie de proveedores gratuitos y pagos que facilitan la creación de páginas web. Antes de comenzar a pensar cuál es el mejor formato para tu empresa, veamos primero algunos conceptos básicos:
Dominio: es el nombre único e irrepetible con el que nos consiguen en internet, por ejemplo: example.com o example.net. Si fuera tu casa, sería tu dirección postal.
Tip Red PNA: procura un nombre corto, sencillo, fácil de escribir y recordar, evita números o abreviaturas confusas.
Hosting: es el lugar donde viven todos los archivos y contenidos que componen tu página web. Dicho en español, es el alojamiento.
¿Son lo mismo? No. Se trata de servicios diferentes, pero ambos necesarios para que exista una página web.
¿Por qué existen tantas ofertas de hosting?
Si bien el Dominio es un tema relativamente fácil de manejar, es probable que te encuentres con miles de opciones para elegir un proveedor de Hosting, y es aquí donde se va complejizando el tema.
Haciendo la analogía con el mundo físico, la selección del espacio de almacenaje va de la mano de la cantidad de “cosas” que tengamos que guardar. Si nuestra empresa es pequeña, existe la posibilidad de contratar hosting compartido, lo que permite un mejor precio que uno exclusivo.
Otro punto clave es la seguridad. Siguiendo con la analogía, no queremos que ningún ladrón entre a robarnos nuestras cosas, por lo que la empresa que contrates debe considerar recursos de defensa, así como resguardo de la información. Las opciones que puedes conseguir son un soporte físico o un servicio en la nube.
Por último, el proveedor de hosting debe garantizar que tengas acceso a la información de manera inmediata, es decir: velocidad.
Si estás entrando al mundo digital te dejamos estos tips para elegir al proveedor web que mejor se adapte a tu empresa.
- Tus necesidades y objetivos, por ejemplo, cuántas cuentas de correo incluye
- Haz un comparativo entre empresas. Es importante elegir una que hable tu idioma y te ofrezca un sistema de pagos a tu medida
- Fíjate en el soporte 24/7 y su plan de seguridad contra ciberataques
- Consulta sobre su política de backup (recuerda que los accidentes pueden ocurrir)
- Y, sobre todo, elige la que sea más cómoda y fácil de usar para ti
Desde Red PNA contamos con expertos en Transformación Digital que pueden apoyarte desde el ABC y hasta la creación de una estrategia de negocio que lleve a tu emprendimiento al próximo nivel.